¿Te imaginas cómo podría haber sido una película de los X-Men de Marvel en manos de James Cameron? El famoso director de taquilleras películas como 'Titanic' o la saga 'Avatar' llegó a coquetear con la Casa de las Ideas durante la década de los años 90 y estuvo cerca de concretar una adaptación a la gran pantalla de los míticos mutantes, antes incluso de que Bryan Singer llevase a cabo las películas para la Fox que todos recordamos.
¿Qué ocurrió para que Cameron nunca se embarcarse del todo en este proyecto? En realidad, Stan Lee, el icono de Marvel y padre de algunos de los superhéroes más populares de los cómics, tiene parte de la culpa (y Spider-Man también). Esta es la curiosa historia detrás de este evento.
La crisis de Marvel durante los años 90 impidió que James Cameron nos diese su propia versión de los X-Men (y de Spider-Man)
Como decíamos antes (y como bien se sabe hoy día), durante la década de los años 90 Marvel vivió una época bastante mala financieramente hablando. La empresa estaba al borde de la bancarrota, así que para intentar salvarse una de las estrategias que la editorial siguió fue vender los derechos de sus personajes más populares a diferentes estudios de cine. Algo que ha provocado que incluso en la actualidad siga habiendo un lío de licencias entre parques temáticos.
Una de las productoras que se interesaron por aquel entonces en Marvel fue Carolco Pictures, el mismo estudio que había hecho 'Terminator 2' o 'Rambo', quien tenía buena relación con James Cameron, el cual acababa de fundar recientemente su propia productora, Lightstorm Entertainment. Por lo tanto, quiso el destino que tanto Stan Lee como Cameron se cruzasen entonces y comenzasen a hablar sobre posibles proyectos de adaptación para cine.
Según se sabe, Cameron tenía ciertas ideas para llevar a la gran pantalla a los X-Men como productor de Lightstorm, y también veía mucho potencial en Spider-Man. Supuestamente, la que era por aquella época su esposa, la también cineasta Kathryn Bigelow (que venía de ser una joven promesa tras haber realizado cintas como 'Los viajeros de la noche'), quería dirigir una adaptación de los mutantes con el respaldo de su marido. Ambos veían un gran atractivo, sobre todo, en el personaje de Lobezno, y se dice que James hasta se imaginaba al actor Bob Hoskins interpretándolo.

Sin embargo, según el portal Flickering Myth (vía Showbiz Cheat Sheet), en su día el guionista de cómics Chris Claremont señaló que durante una reunión Stan Lee hizo cambiar drásticamente los planes de Cameron y Bigelow. "Estábamos charlando. En un momento, Stan Lee miró a Cameron y le dijo: 'He oído que te gusta Spider-Man'. Los ojos de Cameron se iluminaron. Y empezaron a hablar. Y a hablar. Y a hablar".
Según Claremont: "Unos 20 minutos después, todos los chicos de Lightstorm y yo nos mirábamos, y todos supimos que el acuerdo con los X-Men se había evaporado". De acuerdo con rumores y declaraciones como esta, se sabe que Stan Lee estaba mucho más interesado por llevar a la gran pantalla a Spider-Man en lugar de a los X-Men, y eso influyó en que el proyecto de los mutantes no acabase de concretarse.
Cameron enfocó a partir de entonces toda su atención en el trepamuros, pero su mujer no abandonó la idea de los X-Men. Hasta llegó a escribir su propio guion, pero la cosa no avanzó más allá de la etapa de propuesta y nunca se firmó un contrato sólido. De todas formas, a Cameron tampoco le fue bien. "Fue devorado por todos los idiotas que tienen un pedazo de Spider-Man", argumentó Claremont. "Porque Marvel, durante su evolución, vendió los derechos una y otra vez. A Carolco. A Universal. A esto, a aquello. A Fox. Fue una pesadilla".

En efecto, la crisis que Marvel estaba atravesando favoreció el caos a la hora de gestionar sus derechos. La editorial licenció a sus personajes de manera desordenada, sin una visión clara o sin centrarse en un único estudio (Spider-Man, por ejemplo, estaba envuelto en una maraña legal entre Carolco, MGM, Canon Films y más estudios), por lo que durante años hubo montones de disputas legales que impidieron llevar a buen puerto las adaptaciones de estos personajes.
Al final, Spider-Man acabaría en manos de Sam Raimi y Columbia Pictures, mientras que los X-Men serían adquiridos por la Fox y Bryan Singer los llevaría al cine en el año 2000. Por su parte, los proyectos de Cameron y Bigelow nunca se formalizaron. Sus guiones circularon durante años por Hollywood, pero nadie hizo nada con ellos. El mismo Stan Lee nunca habló abiertamente de estos proyectos y, finalmente, Lightstorm se centró en producir otras cintas, como la exitosísima 'Titanic'.
Hoy todo esto resulta en una historia de lo más peculiar, ya que cuesta imaginar cómo podría haber sido Spider-Man en manos de James Cameron, o una versión de los X-Men producida por él. Tal vez la historia de Marvel en el cine y el UCM más adelante habría sido totalmente diferente. En cualquier caso, tanto Cameron como Marvel lograron gozar de las mieles del éxito cada uno por su lado realizando varias de las cintas más taquilleras de la historia, así que suponemos que este pequeño bache en sus trayectorias no tiene en absoluto importancia para ambos.