Cinco años nos separan ya de los primeros despliegues a Verdansk en el Call of Duty: Warzone original. El battle royale de Activision llegó al mercado en un momento donde dicho género multijugador se encontraba en su mejor momento con títulos como Fortnite y Apex Legends, por no hablar de PUBG, como estandartes del mismo. En un contexto donde la competencia estaba muy fuerte, el first person shooter por excelencia logró hacerse un hueco con una propuesta revolucionaria que no pocos han intentado imitar.
La fiebre del éxito fue consumiendo a Activision paulatinamente y, tras la evolución y desaparición de Verdansk, Warzone fue cayendo en picado poco a poco hasta toparse con un peligroso sótano con Warzone 2.0 y Urzikstan. Con las cifras más bajas de la historia de Call of Duty y una ingente plaga de tramposos, la compañía a cargo del título recupera ese mapa de Modern Warfare (2019) para reconducir la grave situación. ¿Lo ha conseguido?
El regreso de Verdansk no es sólo la salvación de Call of Duty: es el éxito que necesitaba Activision para despertar y reconducir la saga hacia un futuro mejor
El regreso de Verdansk era la última moneda de cambio para Activision para salvar Warzone. Si la implementación del mapa no funcionaba, el battle royale cerraría sus puertas en futuras entregas de la saga.
Por suerte, eso no será necesario, porque el chute de nostalgia propiciado al free-to-play ha sido maravilloso y no solamente se han recuperado viejos jugadores: las críticas están siendo especialmente buenas gracias a los importantes cambios añadidos al multijugador.

El reajuste de movilidad, el nuevo balance de armas, la recuperación de arsenal clásico, la actualización del sistema anti-trampas y la promesa de frenar los crossovers cinematográficos y televisivos en la tienda han hecho que Warzone, en corto, viva una segunda vida y vuelva a lo que era antaño: un pozo de diversión donde todo parece funcionar a las mil maravillas, y no exageramos: en comparación a Warzone 2.0 y la antigua fase con Modern Warfare 3 el juego va como un tiro y apenas hay bugs relevantes o graves que fastidien la experiencia de juego.
Cuesta creer cómo unos sencillos retoques pueden hacer que una obra sea tan diferente: el omnimovimiento se ha adaptado en Verdansk para que la movilidad y gunplay sean lo más parecido posible a los inicios del battle royale, lo que hace que el título sea una especie de evolución de lo que teníamos en 2020 con una serie de mejoras que permiten más libertad de rotación y que los enfrentamientos sean más dinámicos y frenéticos, aumentando la sensación arcade que tanto caracteriza a Call of Duty. Se acabó el intento de realismo y pesadez (corporal) aplicada a Warzone durante su secuela y años posteriores.

Las tiendas tienen unidades ilimitadas de UAV y otras rachas de bajas, morir penaliza porque ya no es tan fácil resucitar y los vehículos actúan como tal y no como transportes pesados y torpes que solamente estorbaban. Ahora mismo, Warzone es de nuevo una de las mejores entregas de Call of Duty y solamente hay una preocupación entre la comunidad: por favor, que ningún nuevo parche arruine el juego con la aparición de bugs o armas absolutamente rotas y desbalanceadas.
Por fin un acierto en Warzone
Lo único que le pedimos a Activision es que mantenga Verdansk a salvo y simplemente se realicen actualizaciones ligeras en el escenario para eventos determinados, manteniendo el exterminio de tramposos. Si algo funciona es mejor no tocarlo, y por una vez en su historia Call of Duty debería abandonar la costumbre de reinventarse en cada nuevo título que se publica para escuchar a la comunidad y entender con qué están cómodos los jugadores. Ahí reside la clave del éxito.
En definitiva, Activision por fin ha acertado con Warzone. La piedra angular de la saga está a salvo y de momento intacta. Por supuesto, esto simplemente hace referencia a la temporada actual, porque ya sabéis que con el paso del tiempo todo puede derrumbarse y la estabilidad de Verdansk puede acabar enterrada si se descuidan a los hackers y la adición de buen contenido. Hay que mantener la buena jugabilidad y el arsenal balanceado, con eventos interesantes. El resto, vendrá solo.