Lost in Random llegó al mercado en septiembre de 2021. Desarrollada por Zoink Games (Stick It to the Man, Zombie Vikings, Fe) con el apoyo en la producción de Electronic Arts, esta aventura inspirada en el imaginario de obras emblemáticas como Coraline, Pesadilla antes de Navidad o American McGee’s Alice presentaba la historia de Par, una niña que, ante la perspectiva de ser separada a la fuerza de su familia, se introducía en los oscuros parajes del mundo de Azar para rescatar a su hermana de las fauces de Aleksandra, la Reina Malvada que rige con puño de hierro el destino de la humanidad.
El juego fue acogido con los brazos abiertos por una comunidad de aficionados siempre hambrienta de propuestas originales y novedosas. Al margen del evidente atractivo artístico que representa su mezcla entre la fantasía y el terror, su principal carta de presentación radicaba en ofrecer una jugabilidad a medio camino entre la acción y el azar. El resultado final, pese a pecar de cierta tendencia a la repetitividad en sus mecánicas (algo especialmente irritante a la hora de combatir), fue también elogiado por la prensa especializada.
Tras su cálida acogida, era de esperar que Electronic Arts confiase de nuevo en Zoink (ahora parte de un entramado de compañías reunidas bajo el nombre Thunderful Development) para crear una franquicia que continuase los pasos de su exitosa primera entrega. El anuncio de The Eternal Die no cogió a nadie por sorpresa, pero no así su propuesta, que cambiaría radicalmente todo lo que conocimos en el juego original. Esto implica decir adiós a su carismática narrativa (escrita por Ryan North, un colaborador habitual de series como Hora de aventuras) y, lo que es aún más importante, también a su mecánica de acción tridimensional basada en el tradicional sistema de misiones y recados.
No es una secuela, sino un spin-off
Seguramente ya os habréis percatado de que esta nueva producción no lleva en su título la habitual numeración, algo que se debe al cambio de tercio que representa con respecto a su antecesor. Lost in Random: The Eternal Die no es, por lo tanto, una secuela al uso, sino un spin-off: una desviación de la trama original que nos pone en la piel de la Reina Malvada, que tras ser derrotada en la obra original ha de hacer frente a las consecuencias de sus acciones. Ahora, derrotada y sumida en la tristeza de sus recuerdos, se reencontrará con viejos conocidos y con algunas caras nuevas que la ayudarán a superar esta historia de redención y venganza. Pero no solo cambia la historia, sino también la forma en la que se narra. Tras probar las primeras horas de juego, que consisten a grandes rasgos en una toma de contacto general con su nueva mecánica y con el argumento, os podemos garantizar que, aunque la esencia del original sigue aquí vigente de una forma u otra, las sensaciones que transmite el juego son muy distintas.
Se trata de una consecuencia casi inevitable de pasar de emplear una estructura de juego en tercera persona centrada en la narrativa a la clásica isométrica que suelen ofrecer los juegos de acción de estilo roguelite, un género omnipresente en nuestros tiempos, elegido aquí por Zoink para potenciar uno de los aspectos más criticados de la obra original: el sistema de combate. Aunque la historia pasa a un segundo plano, el atractivo de sus personajes sigue intacto. Ahora controlamos a Alejandra junto a su inseparable amigo el dado Fortunata por un mundo compuesto por cuatro biomas que se generan de forma procedimental y en las que podremos encontrar todo tipo de retos y de secretos ocultos. Este sistema garantiza que todas las partidas sean diferentes entre sí y entrega el testigo del protagonismo a los combates.
La acción es ahora la auténtica reina de la partida, que comenzamos desde un santuario/basurero abandonado con un número reducido de habilidades a nuestro alcance. Nuestro objetivo en estos primeros compases de juego es muy sencillo: ampliarlas, mejorarlas y hacer todo lo posible para consumar nuestra venganza, algo para lo cual tendremos que luchar y morir tantas veces como sea necesario. Para ello contamos con cuatro armas principales (espada, lanza, arco y maza), cuya potencia y manejo mejoramos al ir obteniendo objetos que los enemigos sueltan en uno de los múltiples combates que realizamos ya desde el minuto uno de la aventura.
No es una secuela, sino un spin-off
Los combates son dinámicos y tienen lugar en tiempo real. El movimiento de Alejandra es ágil e intuitivo y permite realizar acelerones con los que nos desplazamos a mayor velocidad, esenciales para esquivar los ataques enemigos. Con nuestra arma principal podemos realizar dos tipos de ataques: normal o de carga, siendo este último el que más hemos tenido que emplear en nuestras primeras horas de juego; aunque el combate a distancia es el más recomendable para superar los primeros enemigos. Como suele ser habitual en el género, no lo tendremos nada fácil en los primeros compases de la aventura, pero por suerte, además de los golpes principales, contamos con uno secundario: un lanzamiento de una carta que hace las veces de ataque especial y que requiere de carga, muy útil también para despachar a los primeros monstruos.
Además de los ataques principales, contamos con la presencia de Fortunata, un dado que nos acompaña y a quien cargamos a la espalda como si de una mochila se tratase. Tras ser lanzado, el daño que causa dependerá del número que hayamos obtenido en la tirada, del uno al seis. Este factor, que es un tanto azaroso y sirve como complemento de lujo para causar más daño, tiene en su uso de los aspectos cruciales del sistema de combate y está íntimamente ligado con el sistema de reliquias, perlas y potenciadores, que forman entre los tres un todo que tendremos que ir configurando en cada nueva partida que juguemos.
El factor roguelite
La base de la mecánica roguelite parte del santuario y nos teletransporta a un tétrico bioma con forma de tablero, cuyas casillas cambian de forma y contenido en cada partida. Una de las primeras cosas que tendremos que hacer tras superar al primer grupo de enemigos, tras lo cual obtenemos siempre una recompensa, es escoger una reliquia. Las reliquias nos otorgan estadísticas especiales, como mayor potencia de ataque o más opciones de realizar ataques críticos, por citar dos ejemplos entre las más de cien posibilidades que ofrece el juego, y se pueden combinar entre sí en función del color y efecto de cada una para conseguir potenciar sus efectos. Hay varias formas de obtener estos objetos, esenciales para establecer una estrategia que nos permita superar los cuatro mundos de los que se compone el juego, cada uno copado por un jefe final y por uno o más secundarios.
Aunque es posible que tengáis la sensación de que el sistema es algo confuso, lo cierto es que en la práctica es fácil de entender. Ofrece muchas posibilidades para ir superando los distintos retos a los que nos enfrenta el juego; no en vano de él depende en gran medida que el estilo roguelite no caiga en una aburrida repetición de mapas y enemigos. Las reliquias se apoyan en perlas que permiten combinar atributos con más facilidad y de tintes con los que podemos cambiar el color que determina si es o no posible realizar combinaciones y aprovecharnos de ellas. Como hay algunas tiendas en las que podemos comprarlas, también es fundamental tener en cuenta el dinero del que disponemos para, de nuevo, calcular cómo queremos gastar los recursos de los que podemos hacer uso.
Imagen6
Los recursos escasean y el azar sigue teniendo, al igual que en el título original, una función crucial en el desarrollo de la mecánica. Las reliquias que obtenemos, al igual que las habilidades especiales, se otorgan de manera aleatoria. Aunque depende de nosotros cómo sacar el máximo provecho del material que vamos recogiendo, siempre existe la posibilidad de que el destino no nos premie con sus mejores bazas, sino todo lo contrario. Esto es algo que hemos sufrido repetidas veces en nuestra experiencia. Además, en los primeros dos mundos hemos acusado un poco la falta de una variedad mayor de enemigos que nos obliguen a cambiar nuestro planteamiento. Por suerte, el nivel de dificultad muestra un equilibrio adecuado. También es posible pasar a un modo más fácil, aunque por lo que hemos podido ver, no esperéis un paseo triunfal si optáis por esta opción.
Un lanzamiento para estrenar el verano
Para poder ver qué ofrecerá la versión final de este llamativo Lost in Random: The Eternal Die habrá que esperar hasta el 17 de junio, fecha en la que se pondrá a la venta en PS5, Xbox Series (Game Pass inclusive), PC (Steam) y Switch. Lo hará en dos ediciones, una normal y otra llamada "Fortune Edition" que incluye algunos extras con los que vestir a la protagonista de la aventura (otro de los aspectos secundarios en los que profundizaremos en el análisis), a un precio que rondará los treinta euros.
Con su cambio radical jugable totalmente enfocado a la acción y un planteamiento estético que recuerda a las mejores obras de Tim Burton, a buen seguro que su estreno dará mucho de que hablar justo cuando muchos ya se estarán preparando para comenzar a disfrutar de la temporada estival.
Hemos realizado estas impresiones en PS5 con un código proporcionado por Plan of Attack.