Entre las arenas del monte Sinaí, al norte del desierto egipcio, un equipo de arqueólogos ha sacado a la luz un conjunto de estructuras que reescriben parte del relato defensivo del antiguo Egipto. El descubrimiento más llamativo: un camino de más de 100 metros de longitud que, tras haber quedado sepultado por siglos de polvo y olvido, ha sido recuperado en un estado notablemente conservado.
Esta calzada, construida con losas de piedra caliza, conectaba el interior de una fortaleza ptolemaica con el exterior, revelando una arquitectura planificada con propósito militar y simbólico.
Importancia estratégica en épocas helenísticas y romanas
Los trabajos se han centrado en el sitio arqueológico de Tell Abu Sifi, una ubicación de importancia estratégica en épocas helenísticas y romanas, donde ya se habían identificado bastiones defensivos. La nueva excavación, sin embargo, ha revelado indicios de una historia aún más profunda: bajo las estructuras visibles emergen restos aún más antiguos, con pilares que podrían pertenecer a una fortaleza de tiempos faraónicos tempranos. Si se confirma esta hipótesis, el yacimiento contendría al menos tres capas superpuestas de ocupación militar.

A ambos lados del camino se encontraron más de 500 círculos de barro realizados con adobe, que se utilizaban para plantar árboles ornamentales. Esta alineación vegetal, hoy desaparecida, habría servido como una entrada ceremonial hacia la fortaleza, reforzando no solo la protección del recinto, sino también su carácter imponente. La presencia de una trinchera de más de dos metros de profundidad, ubicada estratégicamente junto al camino, revela un sistema defensivo que probablemente podía inundarse como medida de resistencia ante asedios.
El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha destacado que estos descubrimientos proporcionan una imagen mucho más sofisticada de la arquitectura militar en la región. Lejos de tratarse de meros muros y torres, los vestigios muestran una planificación avanzada, donde la estética, la ingeniería hidráulica y la disposición urbana convergían. Tell Abu Sifi no era solo un punto de defensa: fue también un centro industrial y comercial, clave en la red de comunicaciones del norte del país.