No todo en España es patrimonio, playas paradisíacas y centros históricos encantadores. También existen ciudades que, según la inteligencia artificial, suspenden en atractivo urbano.
Y no lo decimos nosotros: un análisis automatizado basado en miles de reseñas, valoraciones en redes sociales y datos de Google Maps ha elaborado una lista con las localidades más criticadas por su estética urbana. ¿El resultado? Una mezcla de ciudades dormitorio, centros industriales y destinos turísticos muy discutidos que no dejan indiferente a nadie.
Parla es la ciudad más fes de España
El informe, generado a partir de herramientas de IA entrenadas con comentarios de Reddit, Google Reviews y otras plataformas digitales, ha colocado a Parla (Madrid) en lo más alto del ranking. La ciudad, ubicada al sur de la capital, ha sido señalada por su escasa planificación urbanística, su falta de zonas verdes y su carácter de ciudad dormitorio sin apenas identidad visual destacable. En palabras más llanas: fea, gris y con poco que ofrecer al visitante más allá de sus conexiones de transporte.
En segunda posición aparece L’Hospitalet de Llobregat, una de las ciudades más densamente pobladas de Europa. A pesar de su cercanía con Barcelona, sus bloques de viviendas uniformes, la falta de armonía arquitectónica y su urbanismo saturado le han valido una plaza habitual en los rankings menos halagadores del país. Una urbe funcional, sí, pero sin alma, según la IA.

El bronce en esta clasificación se lo lleva La Línea de la Concepción, en Cádiz. Y aquí entran en juego tanto la estética como el olvido institucional. El informe señala que, a pesar de estar junto a Gibraltar, la ciudad carece de un casco histórico destacable y presenta una imagen descuidada. Sin embargo, como consuelo, se salva por su gastronomía, que como en buena parte de Andalucía, nunca decepciona.

Otras ciudades que figuran en esta lista polémica son Benidorm (puesto 4), cuyo skyline saturado de rascacielos y su estética noventera resultan, según la IA, más inquietantes que espectaculares; y Torrevieja (puesto 5), criticada por su crecimiento desordenado y su falta de identidad urbana, a pesar de su popularidad entre los turistas.

Madrid y Barcelona acaparan varias entradas en el top 10. Torrejón de Ardoz y Leganés, ambas en la Comunidad de Madrid, han sido señaladas por su mezcla de polígonos industriales y barrios residenciales sin transición; mientras que Santa Coloma de Gramenet, en Barcelona, destaca por un urbanismo desorganizado en terrenos escarpados que complican tanto el desarrollo como el atractivo visual.

Completan la lista Puerto de Sagunto, la zona costera e industrial de Sagunto (Valencia), marcada por el peso de su pasado fabril; y Algeciras, una ciudad portuaria cuyo crecimiento acelerado ha dejado escaso margen para el diseño urbano con encanto, además de unas playas prácticamente inexistentes debido a la actividad portuaria.

Este ranking, más allá de lo anecdótico, vuelve a poner el foco en un debate clásico: ¿puede una ciudad ser objetivamente fea? Para la inteligencia artificial, parece que sí, al menos si se mide a través de los ojos de miles de usuarios anónimos que valoran entornos urbanos cada vez más desde una perspectiva estética y funcional.