Cinco días después de confirmar su salida de la Casa Blanca y de la esfera política, Elon Musk ha vuelto a incendiar las redes —esta vez con una crítica frontal y sin filtros a la nueva ley de gastos defendida por la administración de Donald Trump. El magnate sudafricano, que ejercía como asesor en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha calificado el plan presupuestario de “masivo, escandaloso y lleno de gastos superfluos”, dejando claro su hartazgo con las políticas económicas del expresidente.
Elon Musk estalla contra el plan de gasto de Trump: “Una abominación repugnante llena de despilfarro”
“Lo siento, pero ya no lo soporto más”, escribió Musk en su perfil de X, antes conocido como Twitter, marcando así un punto y aparte con respecto a su hasta hace poco afinidad con el ala trumpista del Partido Republicano. Pero no se quedó ahí. En un mensaje cargado de frustración, tildó el proyecto directamente de “abominación repugnante”. Y sentenció con un dardo: “¡Qué vergüenza para quienes votaron por ello! Saben que hicieron mal. Lo saben”.
Un mensaje tan directo como inusual en los círculos de Washington, más aún cuando proviene de alguien que apenas cuatro meses atrás había sido fichado como uno de los cerebros económicos del segundo mandato de Trump. Su paso por la Casa Blanca ha sido breve, pero no por ello silencioso.
I’m sorry, but I just can’t stand it anymore.
— Elon Musk (@elonmusk) June 3, 2025
This massive, outrageous, pork-filled Congressional spending bill is a disgusting abomination.
Shame on those who voted for it: you know you did wrong. You know it.
El distanciamiento de Musk no se ha producido de la noche a la mañana. Fuentes próximas al empresario señalan que el desencanto venía gestándose desde hace semanas, alimentado por una creciente incomodidad con el rumbo que estaba tomando la política fiscal del Gobierno. A su juicio, este nuevo paquete de medidas no solo traiciona los principios de austeridad que él defendía, sino que, además, socava los fundamentos del cargo que se le había encomendado: racionalizar el gasto y buscar eficiencia en la maquinaria estatal.
En una entrevista reciente concedida a CBS Sunday Morning, Musk fue todavía más claro: “Solo provocará un aumento del déficit presupuestario”. Una afirmación que, viniendo de alguien que apoyó activamente a Trump en la última campaña presidencial, suena casi a epitafio de una relación política tan inesperada como efímera. Y polémica, claro.